Nos encanta llevar lentillas. Podemos sentirnos más dinámicos y con una visión más natural que con las gafas. Pero no nos olvidemos de que son un producto sanitario que necesita un mantenimiento correcto.
Si no las usamos de forma adecuada, podemos tener serios problemas en nuestros ojos.
Hoy te voy a hablar de los errores más graves que podemos cometer cuando usamos nuestras lentillas blandas. Y además, te voy a dar los mejores consejos para evitarlos.
Estos son los 10 errores más graves que puedes cometer si usas lentillas
#1. No lavarte bien las manos
Es fundamental una correcta higiene para manipular nuestras lentillas. No vale con habernos lavado las manos hace un rato, ayer o el mes pasado.
Tenemos que lavarnos las manos justo antes de tocar las lentillas, porque cualquier mínimo rastro de suciedad que hayamos cogido en “ese rato” nos lo vamos a llevar al ojo.
No solo es por la molestia que nos puede causar en ese momento, también se nos puede infectar la lentilla y a continuación el ojo.
#2. Lavar las lentillas con agua
Las lentillas blandas no pueden estar en contacto con el agua. Cualquier agua, ya sea la del grifo, destilada, mineral, etc. tiene una serie de microorganismos que pueden depositarse en la lente y producirnos una seria infección.
Además, el agua no tiene el componente desinfectante y conservante que necesita la lentilla cuando está fuera del ojo. Es importantísimo guardar siempre las lentillas en solución única o líquido de lentillas especialmente diseñados para esas lentillas en concreto.
Consejo → Pregunta en tu óptica cuál es la solución única más adecuada para las lentillas que llevas y tendrás la seguridad de que no vas a tener ningún problema y vas a sentir la mayor comodidad con tus lentillas.
#3. Ducharte o nadar con lentillas sin cuidado
Como acabamos de ver, la combinación del agua y la lentilla puede resultar desastrosa. Tenemos que evitar en la medida de lo posible que nuestras lentillas no se mojen o se contaminen.
- Es aconsejable no ducharse con las lentillas puestas. Si tenemos que hacerlo en un momento dado, ha de ser con los ojos cerrados y el máximo cuidado para que no nos entre agua en los ojos.
- Si nos bañamos en la piscina o en el mar, también es aconsejable hacerlo sin lentillas. Pero si necesitas hacerlo con ellas, siempre has de llevar unas gafas de natación o de buceo bien ajustadas para evitar que llegue el agua a la lentilla.
#4. No limpiarlas si llevas días sin usarlas
- Hay ciertos días en los cuales no se da el caso de ponernos las lentillas. Tenemos que tener en cuenta que el líquido de lentillas que echamos en nuestro estuche porta lentes va perdiendo sus propiedades de conservación con el tiempo.
- Si hemos estado uno o varios días con las lentillas dentro del estuche porta lentes sin cambiar la solución única, es posible que cuando nos las vayamos a poner no estén del todo limpias.
- Para solucionar esto, es importante cambiar el líquido de lentillas por lo menos una hora antes de que nos las vayamos a poner de nuevo. Así nos aseguraremos de que las lentillas están perfectamente limpias antes de que estén de nuevo en contacto con nuestros ojos.
#5. Poner las lentillas del revés
Hace poco se me presentó el caso de un chico que me decía que nunca se encontraba totalmente cómodo con sus lentillas.
Además, se le caían del ojo con frecuencia y las perdía. Un día se puso las lentillas delante de mí y me fijé cómo lo hacía.
Resulta que llevaba cinco años poniéndose las lentillas del revés, ¡normal que nunca llegara a estar cómodo!
Al enseñarle la posición correcta de las lentillas dejó de tener problemas y le cambió la vida.
- La posición correcta de la lentilla es aquella en la que los bordes quedan redondeados y tiene forma de media esfera. Para acordarnos podemos decir que la lentilla tiene forma de cuenco.
- Cuando la lentilla está del revés, los bordes salen un pelín hacia afuera. La forma de la lentilla en este caso se asemeja más a un plato.
#6. Usar las lentillas o el líquido después de su fecha de caducidad
Líquido caducado
Me gustaría saber cuántos de vosotros apuntáis en el bote o en alguna parte el día de apertura de vuestra solución única. Muchas veces es difícil acordarse de lo que comimos la semana pasada, por lo que es bastante difícil recordar el día que hemos abierto el líquido.
Cuando usamos la solución única caducada estamos usando un líquido sin propiedades para conservar y desinfectar la lentilla, por lo que lo más probable es que la lentilla nos moleste antes de tiempo y tengamos que abrir otras o peor, corramos el riesgo de tener una infección.
Consejo → Te recomiendo que a partir de ahora, si aún no lo estás haciendo, apuntes en el móvil, en una agenda o en el propio bote el día en que abriste tu líquido de lentillas para poder acordarte de su fecha de caducidad. Generalmente, los líquidos caducan a los 60 días, aunque todo depende del líquido en cuestión. Siempre encontraremos la caducidad del líquido de lentillas en su caja o en el propio bote.
Lentillas caducadas.
Podemos encontrar en nuestras ópticas distintos tipos de lentillas según su caducidad. Pueden ser lentillas mensuales, lentillas diarias, lentillas quincenales, lentillas anuales, etc.
Una vez pasa esa caducidad, la lentilla pierde sus propiedades y no se puede garantizar que esté en condiciones para ponerla en nuestros ojos.
Una vez abierta el tiempo corre y si le alargas la vida útil correrás riesgos innecesarios.
Consejos:
- Si, por ejemplo, usas lentillas mensuales, consideras que las usas pocos días a la semana y te da pena tirarla, te sugiero que uses lentillas diarias para gastar solo por el tiempo que usas.
- En el caso contrario, si usas lentillas diarias, las usas todos los días y consideras que gastas demasiadas lentillas, mi consejo es que te pases a la mensual, ya que le sacarás más partido.
#7. Dejar abierto el estuche porta lentes o dejar la solución única destapada
- No te puedes imaginar lo fácil que es que una lentilla se contamine. Si dejamos las lentillas dentro de su estuche, porta lentes, pero no lo cerramos, corre el riesgo de contaminación.
- Lo mismo ocurre con la solución única, si no le ponemos el tapón lo más seguro es que se contamine y pierda todas sus propiedades.
- Acuérdate siempre de dejar todo bien cerrado para evitar malas sorpresas.
#8. Dormir con lentillas blandas o usar las lentillas demasiadas horas
- Para el correcto funcionamiento de nuestros ojos es muy importante que obtengan la cantidad necesaria de oxígeno todos los días. Es cierto que los materiales más novedosos para las lentillas hacen posible que pase bastante cantidad de oxígeno a través de ellas para que llegue a nuestros ojos.
- Pero la mejor forma de oxigenarlos completamente es quitando las lentillas, algo que debemos hacer todos los días.
- Si quieres dormir con lentillas, lo mejor es que preguntes en tu óptica por las más adecuadas para hacerlo en tu caso, ya que existen en el mercado lentillas aprobadas para ello.
#9. No revisar tus ojos en tu óptica cada 6 meses
- A veces ocurre que una lentilla que te iba bien y con la que estás cómodo te empiece a producir molestias. Además, por un mal uso puedes tener alguna infección y no darte cuenta hasta que sea tarde.
- Para evitar problemas, lo mejor es hacer una pequeña revisión en la óptica cada 6 meses aproximadamente. Así evitas encargar unas lentillas que no te van a ir bien o previenes problemas serios que te pueden afectar más adelante.
#10. Comprar lentillas online en establecimientos que no sean ópticas y que no cuenten con un contactólogo cualificado para realizar los oportunos controles
No tenemos que olvidar nunca que las lentillas son un producto sanitario y que si no son correctamente adaptadas y controladas por un contactólogo pueden producirnos serios problemas. Da igual que sean lentillas transparentes, lentillas de colores o lentillas de fantasía.
Recuerda → : A veces unas lentillas con las que aparentemente estamos cómodos pueden estar afectando nuestros ojos sin que nos demos cuenta. La única forma de asegurarnos que nuestra lentilla es la correcta y que va a seguir siéndolo los próximos meses es acudiendo a nuestra óptica y preguntando a nuestro contactólogo.