La iridología es una ciencia o pseudociencia (según criterios) con luces y sombras.

Hoy toca tema polémico y lo primero que quiero que sepas es que yo no practico la iridología, pero como optometrista que soy examino muchos ojos diariamente y hace ya años que tuve curiosidad sobre ella, por lo que me compré un libro básico para conocer sus principios.
Después de leerlo me pareció que esta ciencia rompía mis criterios basados en evidencias científicas, y de ahí que no llegase a profundizar más porque en mi opinión entraba en un terreno
pantanoso que no me ofrecía suficiente seguridad (aunque reconozco que en otros aspectos es espectacular). Eso significa que aunque yo no sea defensor de la Iridología, lo considero un tema muy interesante para dedicarle una entrada en este blog de Salud Visual, ya que además constituye una práctica diagnóstica bastante común que está presente en nuestra sociedad. Posiblemente tú también tengas curiosidad en conocer algo más sobre la Iridología, así como sus luces y sus sombras.
Pero antes de seguir te copio una cita de René Descartes que me parece apropiada encajar aquí :
“Para ser un verdadero investigador de la verdad, es necesario, al menos una vez en la vida, poner en duda todas las cosas.”
Fundamentos de la Iridología
El iris del ojo es de superficie más o menos plana que posee una abertura circular, la pupila, que varía de tamaño y tiene la misma forma y utilidad que el diafragma de una cámara fotográfica. En pocas palabras, la función del iris es regular la cantidad de luz que entra al ojo. Aparte tiene una función protectora ya que bloquea en gran parte el paso de los ultravioletas a zonas más internas del ojo (las personas de ojos oscuros tienen más protección que las de ojos claros).
Mientras que para la medicina “convencional”, la Iridología es el estudio de las características normales y patológicas del iris; para la medicina alternativa, es un método de diagnóstico que permitiría conocer el estado de salud físico, emocional y mental de la persona; así como su historial clínico y complicaciones futuras; a través de la observación e interpretación de una serie de lesiones, manchas, líneas y decoloraciones que se van reflejando en su interior.
Tradicionalmente el diagnóstico iridológico se ha basado en la observación del iris, pero también se puede observar otros signos que se pueden presentar en el globo ocular concretamente en la esclerótica.
El estudio de la esclerología fue iniciado por H.W. Schimmel, Josef Angerer y Rudolf Schnabel, y otros autores posteriores como René Bourdiol lo abordan siempre previniendo de la provisionalidad de los datos expuestos.
Las aportaciones estrictamente iridológicas al campo de la esclerología consisten en relacionar el mapa del iris con los diferentes vasos que transcurren por la esclerótica.


La observación de las enfermedades a través de los ojos es tan antigua como la historia de la humanidad. Así, las modificaciones que ocurrían en el iris o en las escleróticas ya eran estudiadas por los habitantes de la antigua China y el Tíbet. También existen referencias en algunos trabajos de Hipócrates, y registros en la Escuela de Medicina de Salema.
Origen de la Iridología
El precursor de la Iridología fue el doctor Ignatz von Peczely. Nació en Egervar, localidad cercana a Budapest, el 26 de enero de 1826. Su historia, como la de muchos descubrimientos que han ocurrido a lo largo de la historia puede parecer curiosa, de leyenda o mitológica. Pero casi todas las tradiciones tienen algo de mitología y la iridología no va a ser la excepción. La tradición afirma que a los diez años de edad, Von Peczely capturó una lechuza en el jardín de la casa de su familia. El ave, en el esfuerzo por escapar de las manos de su captor, se rompió una pata. Peczely afirmó haber notado enseguida una mancha que se formó en el iris de la lechuza, en el punto donde el reloj marca las 6:00 horas, es decir, la parte inferior del iris. Esta marca dejó una fuerte impresión en la mente inquisitiva de Peczely. Más tarde observaría la misma señal en el iris de un hombre, lo cual despertó el recuerdo de su encuentro con la lechuza e inició el desarrollo de lo que ahora es la moderna iridología.
¿Historia o leyenda? No importa, el hecho es que a partir de entonces y, de acuerdo con sus defensores, el iris revela la presencia de “inflamaciones” y su localización exacta en el órgano afectado.
Las evidencias de la Iridología
La mayoría de los médicos que siguen la corriente “científica” o “convencional”, especialmente los oftalmólogos son muy críticos con los profesionales que ejercen la Iridología como una disciplina que estudia las enfermedades a través de las alteraciones del iris porque no existen las suficientes evidencias científicas y estudios que la respalden.
En la época de la Medicina Basada en Evidencias, la capacidad diagnóstica de las pruebas se basa en su exactitud. Para ello, es imprescindible calcular el “Valor Predictivo Positivo” de una prueba diagnóstica; que es la probabilidad de padecer la enfermedad si se obtiene un resultado positivo en el test.
Bajo esta premisa, sería conveniente que los defensores de la Iridología, presenten evidencias sobre la misma, comparándola con pruebas diagnósticas validadas para las distintas patologías. O bien, deberíamos acudir al principio de la Duda Metódica de Descartes.
Atención a los fraudes en la Iridología
Se observa que hay “de todo” entre los profesionales que practican la iridología, desde médicos y profesionales muy cualificados a verdaderos charlatanes de feria que utilizan la lupa con luz y mucha labia para aprovecharse de gente enferma usando el “todo vale” para sacarles su dinero. Hay además anuncios en internet poco serios(por decir algo suave) ofreciendo cursos on-line de iridología para ganar dinero fácilmente. Esto indica que hay que separar el grano de la paja y que se deba investigar más a fondo antes de ponerse en las manos de alguien desconocido y sin una titulación fiable que le respalde. Por otro lado hay paises como Alemania donde miles de profesionales se dedican a la Iridología con buenos resultados y prestigio.
No hay que confundir “ojo clínico” con “iridología”
El problema de emplearla como herramienta diagnóstica es que los pacientes pueden rechazar otras técnicas más efectivas, arriesgándose a que su dolencia no sea diagnosticada a tiempo. Este es el problema mayor que veo en la utilización de esta técnica.
La iridología avanza con la incorporación de nuevas tecnologías
Las nuevas tecnologías se van incorporando a la iridología (aunque no en todos los casos). Hay que destacar que en los últimos años se ha desarrollado hardware específico para poder tomar fotos con más calidad y software para analizar de un modo más científico y profundo las imágenes tomadas
La importancia de conocer y reconocer las limitaciones de la Iridología
Hay enfermedades que la iridología no puede detectar, por lo que la profesionalidad y prudencia del profesional que la practique será fundamental en el éxito y buena aplicación de este método diagnóstico. El mayor problema que encuentro es la variedad de titulaciones y formación no homologadas que conviven, por lo que hay que tener prudencia para evitar encontrarte con profesionales que juegan a ejercer de “doctores” sin serlo y que debido a su falta de formación cometan imprudencias por desconocimiento, ser demasiado atrevidos o que simplemente se olviden de que existe la medicina convencional.
Cualquier comentario ampliando información, dando tu experiencia personal o profesional o aclarando cualquier posible error será bien recibido.

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